Pues, alentados por sus explicaciones y por las ganas de hacerla que teníamos, nos encaminamos a los 28 km que teníamos por delante.
Cuando encaramos las primeras subidas ni podíamos imaginarnos lo que nos encontraríamos más adelante.
Tras subir un primer puerto, llegamos de verdad ala parte interesante.
Menos mal que el pequeño iba bajado y subió todas las pendientes.
Cuando llegamos a la parte que despierta la verdadera inquietud de todo montañero tuvimos que echar mano d todas nuestras fuerzas para subir por unsendero d piedras sueltas y tan inclinado que hizo falta de las colaboración del grupo entero para subir el carro hasta arriba.
martes, 7 de agosto de 2012
Etapa de los hospitales
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